Llevamos varios meses trabajando con dos grandes empresas para formar a sus equipos comerciales en social selling. Y los resultados nos están sorprendiendo.
En estas sesiones lo que hacemos es explicar el concepto (la técnica de venta basada en redes sociales para encontrar clientes potenciales y construir relaciones de confianza) y cómo aprovechar LinkedIn. Esto incluye definir la marca personal, elaborar el plan de contenidos y explicar cómo encontrar leads e interactuar con ellos. Aparte de las formaciones grupales, luego hacemos un acompañamiento personal.
¿A qué conclusiones hemos llegado?
Primero, todavía estamos lejos de aprovechar todo el potencial del social selling, porque falta cultura digital. Hay profesionales que dominan las redes sociales. Pero, en ocasiones, nos encontramos ante la necesidad de una alfabetización previa. Existe, por lo tanto, una gran brecha dentro de la misma organización.
Segundo, las personas que asisten a estas formaciones descubren cosas que ni pensaban que existían. Y algunas que nunca habían publicado un post en LinkedIn empiezan a hacerlo y nos sorprende lo bien que comunican y los grandes resultados que consiguen. En muchas ocasiones, más que explicar cómo hacer las cosas se trata de motivar.
Todo es digital. Llevamos muchos años insistiendo en ello y ya estamos pensando en metaversos, pero todavía hay muchas oportunidades que no podemos dejar escapar.
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